El gobierno de Javier Milei anunció este martes la prórroga de la baja de retenciones (temporal) para el trigo y la cebada hasta el 31 de marzo de 2026. Los derechos de exportación de estos productos habían sido reducidos a finales de enero hasta el 30 de junio de 2025.

La extensión de este beneficio abarcará la próxima cosecha fina, cuya siembra está comenzando en estas semanas, según anunció el propio ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, a través de las redes sociales.

La confirmación de la medida fue celebrada por distintas entidades agropecuarias con representación de la zona núcleo, pese a la aclaración que la medida no se aplicaba a la soja, el maíz, el girasol, el sorgo y todos sus subproductos. De todos modos, sus expectativas no aumentaron, al tener en cuenta que los valores de los derechos de exportación volverían al porcentaje anterior, previo al anuncio oficial.

En el Norte, el sector agropecuario observó que la resolución de la administración libertaria llevará alivio a las áreas trigueras y de cebada del país -especialmente en el centro del país-, por su impacto ante las condiciones de rentabilidad. Sin embargo, manifestó su insatisfacción por la exclusión del maíz y la soja en la extensión del beneficio. A esto se suman las quejas por la falta de respuestas por parte de la Casa Rosada a los pedidos de mantener las retenciones en 9,5 % para el maíz y en 26 % para la soja por más tiempo, así como su demanda central: la eliminación total de los derechos de exportación para estos cultivos.

Hasta mediados de enero, las retenciones eran de un 12% para el cereal y de un 33% para la oleaginosa, valores que se restablecerán a partir del 1 de julio de este año.

“Se está favoreciendo más a las zonas trigueras y de cebada. No dejamos de reconocer que esto es algo muy positivo, porque se continúa con la desregulación de la economía y la producción, y ese es el camino, por supuesto. Lamentablemente, a nosotros nos está afectando fuertemente el tema del maíz, dentro de una economía que no es tan grande, como la nuestra, y que debería ser considerada como una economía regional. Estamos directamente perjudicados, ya que comenzaremos a cosechar nuestras trillas a partir de julio”, expresó José Frías Silva (h), presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT).

El dirigente rural enmarcó esta situación en un contexto de “altísimos costos”. “Si nos aumentan los derechos de exportación (a los valores anteriores), estaremos en una situación muy complicada. Eso empeoraría aún más nuestra realidad”, enfatizó. “Incluso con las retenciones sin modificar -es decir, dejándolas como están hoy-, los números ya son muy ajustados y las condiciones podrían empeorar aún más”, subrayó.

"Los números son negativos"

En este escenario, los productores tucumanos y de la región comenzaron a analizar la posibilidad de adelantar la cosecha de maíz, iniciando en junio y no en julio como estaba previsto, con el fin de acceder al beneficio de la reducción y evitar la incidencia de la “chicharrita del maíz”.

Frías Silva (h) destacó que, en el contexto actual, ya no es suficiente que un productor -sea pequeño o grande- logre eficiencia en su producción, debido al impacto de las retenciones. “Los números son negativos; estamos atravesando una situación muy, muy difícil. Además, desde el punto de vista ecológico, no podemos hacer nada: no se puede recuperar lo que no llovió en su momento (por la sequía)”, añadió.

La Sociedad Rural de Tucumán había reclamado en un comunicado el fin de los derechos de exportación agropecuarias. “Desde el norte argentino, manifestamos que los derechos de exportación son un instrumento distorsivo que castiga la producción, desalienta la inversión y debilita el desarrollo de las economías, por lo tanto deben eliminarse”, había calificado en el texto publicado días atrás.

Por su parte, la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) elevó el pedido a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, a cargo de Sergio Iraeta, para que se considere mantener el porcentaje actual y avanzar hacia la eliminación total de las retenciones de manera progresiva.

“El Gobierno nacional hasta ahora no nos contestó nada, pero la presentación formal está hecha”, aclaró Hugo Meloni, titular de la entidad.

Meloni dio a conocer datos del último relevamiento institucional en los campos de la región, como advertencia sobre lo que podría ocurrir con el maíz. “En el caso de la soja, por ejemplo, hemos tenido rendimientos bastante desparejos. Hay zonas donde se alcanzaron entre 1.200 y 1.500 kilos por hectárea, lo que se considera una muy mala cosecha. En otros puntos, se lograron entre 2.500, 3.000 o hasta 3.500 kilos”, explicó, señalando como factores negativos el déficit hídrico, el “bajo precio” de la oleaginosa y el aumento de los costos.